Pilares: trabajo/emprendimiento, Amor (familia, amigos, vida en pareja), salud, conocimiento/aprendizaje (pasatiempos, idiomas, deportes, etc.), y vida espiritual.
Los que triunfan son aquellos que mejor logran asignar sus recursos de tiempo, energía y atención. La vida es injusta, pero existe cierta equidad, ya ves, ya sea rico o pobre, alto o bajo, todos disponen del mismo capital de tiempo y aproximadamente del mismo nivel de energía y atención. Aunque nuestra atención y energía varían según nuestros hábitos y nuestra disciplina.
La trampa de buscar una vida equilibrada
Una idea comúnmente compartida es la importancia de vivir de manera equilibrada. Buscar el equilibrio es una visión estática de la vida. Lo que se debe buscar es el equilibrio dinámico, como una bicicleta que se mantiene erguida en su camino aunque haya una alternancia constante entre los dos pedales. Si se tomara una foto en un momento T, ninguno de los dos pedales estaría en fase el uno con el otro, si fuera así, el ciclista caería.
Una vida equilibrada es una ilusión cuando el período de observación es demasiado corto. Lo que importa es buscar el equilibrio durante un período que vaya más allá de un simple día, semana o mes. Una vida equilibrada debe medirse en una escala que se cuente en años, no menos.
El poder de la concentración
Al decidir resueltamente no buscar el equilibrio durante un período de observación demasiado corto, permites que tu energía y atención tengan un impacto real. Para ello, parece necesario sacrificar ciertas áreas de tu vida. Es el mismo fenómeno que observamos al concentrar los rayos del sol. Para que estos rayos puedan desencadenar la combustión de un pedazo de papel, deben estar suficientemente concentrados. Sin este nivel de concentración que podría describirse como un punto de ruptura, la combustión no ocurrirá.
Alcanzar el punto de ruptura o la masa crítica
Lo que diferencia a un caballo que gana el Premio de l’Arc de Triomphe de uno que termina segundo es a menudo solo la longitud de su hocico. Esta diferencia se logra a través de un conjunto de parámetros diferentes: la genética del caballo, la calidad del entrenamiento, los cuidados veterinarios, la alimentación, etc. Esta diferencia podría reformularse de otra manera: una variación de intensidad. Cada parámetro que contribuyó al éxito del caballo podría asemejarse a un rayo del sol. Aunque de naturaleza diferente en el caso del caballo, estos parámetros convergen todos hacia el objetivo de ser el mejor.
Los Cinco Pilares
Podrías cuestionar la naturaleza de estos cinco pilares proponiendo alternativas o diciendo que la salud y la vida espiritual son continuas. Estaría parcialmente de acuerdo, pero también te diría que cuando uno trabaja mucho, por ejemplo, a menudo deteriora su salud y deja de lado algo de su vida espiritual. Idealmente, nuestro trabajo garantizaría tanto una buena salud como estaría en perfecto acuerdo con nuestras inclinaciones espirituales. También podrías decir que cada uno de los cinco pilares podría ser un rayo de sol, convergiendo en la misma dirección, al modo del ejemplo del caballo de carreras. El objetivo último sería entonces una vida feliz. Aquí estaría algo en desacuerdo, ya que cada uno de estos elementos actúa de manera un tanto egoísta, si se puede decir. La vida profesional se construye a menudo en detrimento de la vida personal y viceversa. Las diversas dimensiones de la vida se nutren mutuamente pero también se canibalizan en gran medida. Esto se destaca un poco del ejemplo del caballo donde una buena alimentación y una buena genética solo pueden reforzar la calidad del entrenamiento del caballo. Por el contrario, una vida espiritual muy desarrollada raramente es sinónimo de un súper éxito profesional (excepto quizás en el caso de un karma yogi).
En la práctica
Cuando digo elegir 2 permanentemente, no significa abandonar los otros tres. Simplemente significa enfocarse, mientras se mantiene lo que existe en las otras esferas de la vida, en resumen, hacer lo mínimo para que lo que has construido no se pierda. No puedes darte el lujo de darle la espalda a tu familia o tu salud bajo el pretexto de que te estás concentrando en tu vida emprendedora y tu aprendizaje.
La disciplina es la felicidad
Todas estas cosas en última instancia tienen el objetivo de crear una disciplina que te hará feliz al final. La felicidad se obtiene de manera indirecta. Es un objetivo que es a la vez móvil y solo se alcanza por rebote. En resumen, la felicidad es como andar en bicicleta, un estado de equilibrio dinámico constante.
